Uno de
los platos belgas típicos son los moules, los mejillones. Aquí los preparan de
un montón de formas diferentes (gratinados, al vapor, con diferentes salsas…) y
los sirven con patatas fritas de acompañamiento. Obviamente desde mi llegada a
Bruselas estaba deseando probar los famosos mejillones así que el sábado pasado
fui con tres amigas a Chez Leon.
Chez
Leon es uno de los restaurantes típicos en los que comer mejillones. Está
recomendado en la Lonely Planet y en un montón de blogs en Internet y, aunque
algunos dicen que es un lugar solo para turistas, los mejillones están
realmente buenos.
Cada
una de nosotros pidió un menú que
consistía en moules + frites + una cerveza por unos 15 euros. Como curiosidad,
para comer los mejillones al estilo belga hay que ayudarse de un mejillón ya
vacío. Para eso buscáis una de las “cáscaras” que no tenga mejillón y lo
sostenéis con la mano derecha. A continuación atrapáis un mejillón enterito con
la izquierda y cogéis su contenido usando el de la mano derecha a modo de
pinza. No hace falta mucha práctica y es mucho más limpio y rápido que ir abriendo mejillón por mejillón.
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Este es el menú de aprox. 15 euros |
El restaurante es muy grande (tiene varios pisos) y aunque suele estar lleno no hay que esperar mucho en la cola. El servicio también es muy rápido y amable. Así que
si os apetece comer unos moules, Chez Leon es totalmente recomendable. Está
situado en la Rue des Bouchers, cerquita de la Grand Place.
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