viernes, 28 de febrero de 2014

Basura en Bruselas

Una de las cosas que más chocan a la gente cuando llega a Bruselas es ver bolsas y bolsas de basura en la calle. Esto se debe a que en Bruselas la recogida de basura es diferente a España. 

Ésta se lleva a cabo únicamente dos días a la semana. Pero no son los mismos para toda la ciudad, sino que dependen de la zona en la que vivas. Además, la basura debe depositarse en unas bolsas reglamentarias que se venden en el supermercado. Cada tipo de deshecho tiene su color. Blanco para residuos no reciclables, azul para el plástico, amarillo para el papel y cartón... 

Las bolsas se dejan en la calle delante de la puerta de casa y los basureros las recogen. Pero ojo, no se puede dejar la bolsa un día cualquiera porque "ya acabarán recogiéndola". Hay que respetar los días de recogida o te pueden poner multa. Además, también te pueden multar si no respetas la distribución de residuos (si, por ejemplo, juntas botellas de plástico y papel en una bolsa amarilla). 

Mi calle un día de recogida de basura


Gracias a este sistema se obliga a la gente a reciclar. Si no es por voluntad propia se hace por temor a la multa. Además permite a la gente ser más consciente de toda la basura que genera. 

Por contra, estéticamente este sistema es peor que el de echar la basura en contenedores. Aunque en teoría la basura se saca el día de la recogida y solo tiene que estar unas horas en la calle, es muy común que haya bolsas desamparadas por ahí o que haya desperdicios sueltos que se han salido de una bolsa rota. En las calles del centro esto no pasa apenas, pero en las zonas residenciales sí que se ve más. 

Basura a la espera de ser recogida en Trone


En mi opinión el sistema es un coñazo. Básicamente porque la basura huele y no todo el mundo tiene la suerte de tener un balcón o terraza. En mi casa bruselense tenemos una terraza bien hermosa donde vamos depositando las bolsas a la espera que de llegue el día que se pueden bajar aunque los pájaros las rompen, cogen comida y nos dejan toda la terraza con restos de comida desperdigada, ¡qué bien! ¿Y  los que no tienen terraza? Rico olor a los restos del pescado que cocinaste el domingo durante un par de días. 

O, por ejemplo, os ponto en situación: domingo, mis compañeras de piso en España y yo a punto de ir al aeropuerto para pasar las vacaciones de Navidad con mi familia. Tengo una bolsa de basura con deshechos orgánicos pero hasta el martes no puedo sacarla. ¿Qué hago? ¿La dejo en el balcón y que acaben con ella los cuervos, la dejo en la cocina y que su olor se extienda por la casa, me la llevo conmigo a España o la bajo y me arriesgo a que me multen? Os dejo con la intriga de saber qué es lo que hice ;) 

Es cierto que el sistema fomenta el reciclaje, pero a mi personalmente no me parece el más práctico. Tal vez esto se deba a que tanto mis padres en casa como mis profesores en el colegio me han enseñado la importancia de reciclar, por lo que es algo yo siempre he hecho. Pero todos no hemos sido educados así y en una ciudad llena de inmigrantes como Bruselas, adoptar un sistema de recogida de basuras que obligue a reciclar puede que sea lo más útil y respetuoso con el medio ambiente.

Días de recogida de basura, papel informativo en el portal
Basuras con pegatina naranja = sacadas fuera de hora

Detalle de la pegatina

jueves, 27 de febrero de 2014

Bicicletas en Bruselas



El uso de la bicicleta como medio de transporte está muy extendido en los países europeos del norte. Bélgica es uno de estos países. Sin llegar al punto de Amsterdam, Bruselas es una capital donde hay más bicis de las que estamos acostumbrados a ver en España.

La mayoría de la gente tiene su propia bici. Hay tiendas dedicadas en exclusiva a la venta de bicis y accesorios para éstas. Los precios son de lo más variado aunque si queréis una bici barata de verdad tenéis que ir un domingo al mercado de Gare du Midi. Debajo de uno de los puentes de la estación encontraréis bicicletas a buen precio.

Otra opción es utilizar el servicio de bicicletas Villo. Este servicio está disponible todos los días a cualquier hora. Hay “estaciones” de bicis por la ciudad y puedes coger la bici en una y dejarla en otra. Para ello solo necesitas comprar en la misma estación un ticket de 1 ó 7 días con tu tarjeta de crédito (1’60€ y 7’50€ respectivamente). También podéis haceros la tarjeta Villo de un año de duración por solo 32€.

Si os decantáis por comprar vuestra propia bici, recordad que conviene invertir una buena cantidad de dinero en un candado decente. Los robos de bicicletas son muy frecuentes, así que cuidado!! Lo mejor es tener un candado en la rueda trasera (ese que colocas sobre la rueda y al quitar la llave la bloquea automáticamente) y una cadena para poder atar la rueda delantera con la bicicleta a algo que esté fijo en el suelo.

También es importante que llevéis luces en la bici para que no os multen. Además, un timbre puede ser bastante útil para avisar a los turistas peatones despistados de que están caminando por el carril-bici. Si os venís arriba también podéis decorar vuestro bólido con flores, pegatinas, guirnaldas... en Hema encontraréis cosillas decorativas y accesorios de bici a muy buen precio (sigo sin recibir comisión de Hema, de verdad).

Es cierto que en Bruselas la gente utiliza más la bici que en cualquier ciudad española, pero a mi el tráfico bruselense no me inspira ninguna confianza. Tal vez se deba a que estoy acostumbrada a los Países Bajos donde los ciclistas teníamos siempre preferencia y sabías que aunque la cagases en un cruce, el coche iba a parar (especialmente en Leiden, en Amsterdam el tráfico es más agresivo) pero aquí me parece que no se respeta tanto al ciclista. No llega al punto de España, donde no se respeta al ciclita en absoluto, pero es común que la gente circule en bici con chalecos reflectantes y casco. En los Países Bajos nadie llevaba casco y esto fue lo que me chocó. De todos modos, os animo a que os mováis por Bruselas en bici, un poco de ejercicio no viene nunca mal. 

La bici neerlandesa que me acompañó durante todo un año y que acabé llevándome conmigo a España

miércoles, 26 de febrero de 2014

Lieja: boulettes à la liégeoise y gofres



Si vais a quedaros en Bruselas una temporada, os recomiendo que hagáis una escapada a Lieja.

Lieja es una ciudad situada en Valonia, la parte francófona de Bélgica. Es bastante grande, tiene unos 200.000 habitantes y es la única ciudad de Bélgica donde hay un Primark (dato de gran interés, lo sé).

La mejor forma para llegar a Lieja desde Bruselas es en tren. El trayecto dura aproximadamente una hora y así podéis admirar la estación de Lieja, obra de ese señor que tuvo la fantástica idea de construir un puente en Bilbao (ciudad en la que nunca llueve, claro) con baldosas de cristal que resbalan: Calatrava.

Desde la estación podéis ir hacia el centro andando. Hay algo más de media hora pero así vas viendo la ciudad. Los edificios más destacables son la Ciudadela, el Palacio de los Príncipes-Obispos, la Catedral de Saint-Paul o el edificio de la Ópera. Lieja es una ciudad en la que podéis aprovechar también para ir de compras. Nosotras hicimos la visita de rigor al Primark (ya que estábamos allí…) que está en un centro comercial a una media hora de la zona de la Ópera, pero la verdad es que no merece la pena. Es bastante pequeño y no hay mucha cosa.

Lo que sí merece la pena es probar dos platos típicos de la gastronomía belga y, más concretamente, de la ciudad de Lieja. Primero, las boulettes à la liégeoise. Éste es EL plato. Son albóndigas de tamaño más grande al que estamos acostumbrados en España con una salsa dulce hecha a partir de manzanas y peras a la que se le añaden pasas, todo ello acompañado por las clásicas patatas belgas. 

EL plato: boulettes à la liégeoise


Nosotras comimos boulettes à la liégeoise en el restaurante Au point de vue, Place Verte (en la rotonda donde está la Ópera). Si vais a Lieja os recomiendo que comáis las boulettes en este sitio, estaban de vicio. Primero te sirven una con su salsa y patatas y dejan en la mesa un cazo enorme con otra boulette por persona y un montón de salsa y un bol con más patatas. Acabamos llenísimas, no os dejéis engañar por el hecho de que sean “solo dos albóndigas”.

Si esta salsa es también vuestra debilidad, que sepáis que podéis encontrarla en el Carrefour en la sección de mermeladas. Yo tengo ya un bote en casa, cuando compre boulettes (que venden también ya hechas en la sección de carne) y las cocine en salsa os comento qué tal queda. 

El segundo plato típico de Lieja que hay que probar es el gofre. En Bélgica hay dos tipos de gofre: el de Bruselas y el de Lieja. El de Lieja tiene una masa más compacta con azúcar por dentro y se recomienda comerlo solo, sin toppings. Además, se diferencia del de Bruselas en que tiene forma más redonda, no es un cuadrado. Obviamente probamos también el gofre, muy rico.

Así que ya sea porque queréis visitar nuevos sitios, probar deliciosos platos o hacer unas compras, os recomiendo que vayáis a pasar el día a Lieja. 






martes, 25 de febrero de 2014

La Brace: las mejores pizzas de Bruselas

Hace un par de semanas cené en el restaurante que, según unos colegas italianos, hace las mejores pizzas de todo Bruselas. El restaurante es cuestión se llama La Brace y está cerquita de Schuman, a menos de cinco minutos andando.

Como conocíamos la buena fama de las pizzas, decidimos pedir una por persona. El tamaño es perfecto para uno, te quedas lleno pero sin esa sensación de que vas a explotar. En cuanto al sabor... verdaderamente pueden ser las mejores pizzas de Bruselas, están deliciosas!!! Hacía tiempo que no comía una pizza tan tan rica. Después pedimos también un tiramisú y una mousse de chocolate para compartir entre cinco personas. El camarero nos tomó algo el pelo porque decía que teníamos que pedir más postre, que eso era poco, pero después de la pizza fue más que suficiente para todas. El postre estaba también buenísimo. Tanto el tiramisú como la mousse estaban perfectas. 

La Brace es un restaurante totalmente recomendable, probablemente el lugar fuera de Italia con las mejores pizzas en el que he comido. Yo ya estoy pensando en alguna excusa para volver. ¿Alguien quiere repetir conmigo? 





lunes, 24 de febrero de 2014

Visita al Parlamento Europeo

Hace unas semanas tuve el privilegio de visitar el Parlamento Europeo de la mano de la europarlamentaria vasca Izaskun Bilbao. Izaskun nos llevó por todos los rincones del Parlamento mientras nos iba contando anécdotas y contestaba a nuestras preguntas. 

El Parlamento Europeo es la institución de la Unión Europea que representa a los ciudadanos europeos. Su sede en Bruselas, el complejo de edificios Espacio Leopold, es la más grande de todas. De verdad, es como otra ciudad dentro de Bruselas! Los edificios están conectados entre sí y, además de los despachos para todos los europarlamentarios y sus asistentes, dentro hay salas de conferencias, la cámara de debates, las oficinas de Martin Schulz (presidente del Parlamento Europeo), peluquería, banco, gimnasio... y hasta un supermercado! 

Como curiosidad, durante nuestro recorrido tuvimos la ocasión de cruzarnos en dos ocasiones con Barroso, presidente de la Comisión Europea, y Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo!! Todos los días no se codea uno con gente de este nivel ;)

Desde luego fue una visita que no olvidaremos. Fue muy interesante poder charlar sobre diversos temas de actualidad con Izaskun Bilbao. La europarlamentaria se mostró en todo momento muy atenta y dispuesta a responder a nuestras dudas. Desde aquí, muchas gracias Izaskun.

Con todo el ajetreo me olvidé de sacar fotos, os dejo aquí las únicas que tengo (de peor calidad de lo habitual, lo sé).





domingo, 23 de febrero de 2014

Restobieres

Restobieres es un restaurante de comida típica belga situado en la zona de Les Marolles. Suele estar bastante lleno aunque nosotros fuimos tarde a comer y no tuvimos problemas para encontrar sitio. Una de las peculiaridades de Restobieres es que la mayor parte de sus platos principales están elaborados con cerveza. El precio medio de éstos ronda los 15 euros, lo normal en este tipo de restaurantes. 

Marta y yo pedimos lapin aux pruneaux à la gueuze Girarding (conejo con ciruelas) y aunque parezca que el plato es pequeño, la ranción es más que suficiente. Asier decidió ir a por un poulet fermier waterzooï à la Blanche de Watou (un estofado de pollo). 

Me recomendaron este sitio hace algunos meses cuando pregunté por un sitio de comida típica belga. La comida estaba buena, pero me esperaba algo más así que creo que seguiré probando otros restaurantes de comida tradicional antes de volver a éste. Pero si estáis por la zona y os apetece probar la cocina belga, es una opción.




Conejo con ciruelas

Estofado de pollo

sábado, 22 de febrero de 2014

Kokob: un restaurante etíope en Bruselas

Ayer cené con algunos amigos en un restaurante al que llevaba mucho tiempo queriendo ir: Kokob. Es un restaurante etíope situado en el centro de Bruselas sobre el que había oído y leído muy buenas recomendaciones. Y toda la gente que me había asegurado que estaba genial no mentía. 

El restaurante tiene una carta bastante variada con diferentes platos de pollo, cordero, ternera y vegetales. Como era nuestra primera vez y no nos decidíamos por nada en concreto, decidimos pedir el menú degustación: 3 platos de carne + 3 platos vegetales + ensalada + queso (25 €/persona). 

Primero nos trajeron una bebida a base de ron, piña y no sé qué otros cítricos más. Después un vasito con algo parecido a la quinoa con especias, pero tampoco puedo decir qué era exactamente. A esto invitaba la casa. 




Unos 15 minutos después vinieron nuestros platos. Antes de nada, hay que saber que en Etiopía la comida se sirve sobre una especie de pan/torta/crepe llamada injera. Después, con ayuda de más injera vas cogiendo y mezclando comida y te lo llevas directamente a la boca. Ni platos ni cubiertos. 

Una de las camareras dejó primero una gran bandeja con dos trozos de injera sobre la mesa. Después, empezó a servir cada plato sobre la injera en diferentes grupos (uno por persona). Nos trajeron: pollo con cebolla, tomate y especias; cordero en salsa; ternera con algunos vegetales y salsa; espinacas con jengibre y ajo; ensalada de pepino, lechuga y algo más; col, patatas y zanahoria en salsa; berenjenas, calabacín y champiñones en salsa de tomate; y queso. Para enseñarnos cómo se come utilizando la injera, la camarera cortó un trozo con el que se ayudó para coger un poco de comida, hizo una especie de bola y me la dio para que comiese. Es costumbre entregar el primer trozo a otra persona y yo me presenté voluntaria para que me lo diese a mi. La combinación de sabores es una pasada. 

Injera

La comida sobre la injera

No conseguimos acabarnos toda la comida, estábamos a punto de explotar aunque estaba todo tan tan rico que no podíamos parar de comer. 

Si estáis en Bruselas os recomiendo que visitéis Kokob al menos una vez. Es toda una experiencia lo de comer con las manos y, además, la comida está deliciosa. Eso sí, es un restaurante muy concurrido así que por las moscas os recomiendo que reservéis mesa primero. 

Los rollitos en la cesta son más injera para coger la comida

Cuanto más grande sea el trozo de injera con el que te ayudas, mejor

Vamos avanzando

Y así lo dejamos